Mercado de tercera generación “La Pomona” Propuesta para recuperar la Coop. de Horticultores Gral. San Martín Córdoba y Arenales Morón sur
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1.- Antecedentes. La evolución mayorista
El comercio mayorista responde a la necesidad estructural de un
ajuste entre la lógica productiva (vender grandes cantidades de un numero
limitado de bienes), y la que corresponde al consumo (comprar pequeñas
cantidades de diferentes productos).
La contradicción entre dos comportamientos
racionales, es la principal razón económicas que explica la existencia y la
necesidad de las funciones de intermediación, hoy revalorada como logística de valor agregado en lugar del
rol anatematizado de “parásita” con que se la descalificara décadas atrás.
La ausencia de mayoreo impediría el
funcionamiento eficaz del sistema comercial, así como el acceso de los
consumidores a los productos alimentarios, cuya producción se ubica fuera de
los lugares de consumo y se realiza en cantidades desagregadas.
Las actividades mayoristas en el seno de
la cadena alimentaria han verificado fuertes cambios en las últimas décadas, a
partir de la evolución del sector
agrícola e industrial; de la acelerada concentración del comercio minorista, frecuentemente
operado por multinacionales; de la
modificación del comportamiento y prioridades consumidor; de una importante modernización
en transporte, logística y postcosecha; de la rápida difusión de innovaciones
técnicas, en particular en el dominio del tratamiento de la información y en
las telecomunicaciones; y finalmente de un cambio del contexto
reglamentario de la producción y del comercio alimentario, que da cada vez
mayor importancia a los problemas de calidad y seguridad de los alimentos.
Esta incorporación tecnológica y de
gestión ha permitido un fuerte aumento de la productividad, pero en forma
desigualmente distribuida.
La situación actual demuestra una
profunda distorsión entre las posibilidades que el desarrollo sectorial ofrece
a toda empresa innovadora (y conste que por la ubicuidad tecnológica la pyme no
resulta en absoluto excluida de esta oportunidad) y la concentrada utilización
que en la práctica concreta se hace de ellas.
Partiendo de conceptos del marketing,
pretendemos justificar un proyecto de comercio mayorista frutihortícola que consiga la creación de utilidad de
consumo, asumiendo los procesos de cambio antedichos, y ofreciendo una
solución económica específica para la actividad.
Se considera que la creación de utilidad
de consumo, es el motor de la innovación técnica y organizativa al interior de
los canales de distribución.
Gracias a la permanente creación de
utilidad de consumo, es que las empresas de comercio logran en forma progresiva
un encuentro virtuoso entre sus estrategias y los intereses de los
consumidores.
La creación de utilidad de consumo por
parte de las empresas de comercio, se logra merced a búsquedas de
mejora en la calidad de los productos y de servicios, que evolucionan en
paralelo a las necesidades de sus clientes.
Se observa también una preocupación
constante para bajar costos de distribución y lograr una mejora de la gama
ofertada.
La creación de utilidad de consumo por
parte de las empresas mayoristas es así resultado de la prestación de numerosos
servicios desarrollados en los canales de distribución, tales como la creación
de información para los consumidores, la accesibilidad a nuevos productos y
servicios, así como una disponibilidad en el tiempo y en el lugar adecuado,
de los productos buscados por los consumidores.
Otro tipo de creación de utilidad de
consumo resulta de la búsqueda permanente de disminución de costos
transaccionales y logísticos, incluyendo el transporte, la gestión de rupturas
de carga, y el picking ; a los que se
les debe asimismo ahoya aportar disminución de costos en el ámbito de la gestión
de la información y su homologación mediante TIC´s.
En este sentido, la introducción de
actividades realizadas en un mismo ámbito físico con la consecuente economía
de localización, completando funciones y servicios desarrollados por los
mayoristas de mercado, apunta a aumentar servicios, bajar costos y adecuar la
organización comercial y logística a las nuevas demandas de la comunidad del
conurbano oeste en general y moronense en particular..
La evolución del volumen de actividad de
una empresa, justifica la delegación de funciones a agentes exteriores
(tercerización), y avanzar hacia economías de escala, con el agregado de la
noción de economías de conocimiento, que
se potencian en red.
La organización óptima de diferentes
agentes trabajando en un mismo canal de distribución, permite una búsqueda de
un costo óptimo y de un máximo de creación de utilidad de consumo.
Asimismo se reducen los factores “no
costo” de la competitividad: sistema de flujos tensos, modelos de gestión, articulación
en red, protocolos de calidad, especialización y diferenciación, etc. que
brindan oportunidades para reforzar la operación en cadena o cluster.
Se puede analizar la evolución de las
actividades de intermediación como el resultado global que resulta de la
adición de costos de diferentes tareas y funciones realizados en el interior de
canales de distribución, tanto en sus componentes transaccionales y
logísticos, así como de los informacionales, que toman una importancia
mayor en el momento actual del desarrollo de Internet y de una fuerte
densificación de conocimiento y datos en el interior de las actividades de
intermediación.
Uno de los elementos de
cambio con mayores implicancias en el seno de las cadenas alimentarias, ha sido
el incremento de tamaño en las organizaciones de comercio minorista.
La estrategia de estas empresas de
comprar a menor costo asociada a una estrategia de venta con márgenes menores,
repercutiendo en precios más bajos, da una importancia mayor al problema de los
costos del aprovisionamiento.
Un elemento esencial de esta estrategia
es la centralización de las compras, que tiene por objetivo obtener ventajas en
la negociación con los proveedores, gracias a un aumento permanente de sus
superficies PDV (punto de ventas), al
mismo tiempo que (por la masificación de las entregas) disminuyen los costos de
transporte y manipulación.
La gran distribución (supermercados e
hipermercados), en buena medida gracias a la actividad de sus centrales de
compra ha ocupado, en el ámbito de los alimentos secos, una parte cada vez
mayor de actividades de mayoreo.
En el caso de los alimentos frescos, en
especial frutas y hortalizas y pescado, por su parte confrontan con empresas
mayoristas y minoristas especializadas, que gracias a su modernización, han
logrado mantener un espacio comercial significativo.
2.- La permanencia de los mercados
La cadena de frutas y hortalizas se
caracteriza por una muy amplia gama de productos, de características y de
importancia comercial sumamente disímiles. Esta diferencia es observable tanto
en los volúmenes comercializados, la estacionalidad de su producción, el
carácter perecible de los productos o el valor unitario que poseen. También se
caracteriza por la existencia de numerosos tipos de operadores que participan
en las actividades mayoristas. Todos ellos desarrollando funciones esenciales a
la organización y funcionamiento del sector.
El comercio minorista aún en
sus formatos oligopólicos, debe completar gama y aprovisionarse en los mercados
mayoristas además de aprovisionarse en forma directa a través
de sus propias estructuras
En estos operan prestadores logísticos
que les permiten completar gama con productos de menor escala comercial.
Gracias a ellos, el comercio moderno,
como otros canales de venta de productos frescos, pueden ofertar a los
consumidores una gama amplia, a precios y condiciones de calidad tal como son
exigidas por los consumidores.
Por este proceso de modernización y de
multiplicación de actividades en el seno de los mercados mayoristas, así como
por una importante modernización del comercio minorista, se logró ‘limitar’ el
impacto del comercio moderno en esta cadena.
3.- La función mayorista en el circuito
HORECA.
Uno de los grandes cambios
que enfrentan los operadores de mercado es el desarrollo acelerado de la restauración fuera del hogar, que
constituye uno de los clientes más dinámicos del mercado mayorista así como
posee el mayor crecimiento posible para los próximos años.
La restauración fuera del
hogar incluye dos grandes ramas: la
colectiva y la comercial, a su vez esta última se puede dividir en tradicional
y funcional.
Frente a estos nuevos
clientes, los mayoristas de mercado no van a reaccionar con estrategias
defensivas como lo hicieron años atrás frente al comercio moderno. Se busca
avanzar hacia estrategias cooperativas entre diferentes mayoristas, aun entre
aquellos que estén localizados en distintos mercados, buscando completar gama
de productos y dar una mayor capacidad de respuesta en diferentes mercados a un
mismo cliente multilocalizado.
Es decir, responder con
estrategias de redes de aprovisionamiento, basadas en distintos mercados, con
mayoristas que puedan prestar servicios y productos diferenciados en términos
de gama y de territorios. En este sentido, se abre una nueva perspectiva de
sinergia entre mayoristas, que participan en el seno de una red colaborativa,
imitando una experiencia que ya ha mostrado su utilidad en otros sectores
productivos, logísticos y comerciales.
En el hemisferio norte la
restauración colectiva representa ahora casi el 20 % de la operación del
mercado F&H, triplicando la incidencia de una década atrás. En el área
metropolitana de Buenos Aires, avanzamos en idéntico sentido
4.-
Hacia un nuevo perfil de mercado
En medio de una profunda
crisis, operadores localizados en diferentes mercados del mundo se interrogan
sobre nuevas formas de operar y se reconvierten progresivamente a un nuevo
espíritu de mercado, construyendo alternativas comerciales originales.
Se podría decir, que el
elemento más característico de este periodo de crisis y de transición, donde se
confrontan en un debate muchas veces pasional las ventajas o desventajas de organización del ‘comercio moderno’ versus los ‘mercados mayoristas’,
resulta en un cambio de perspectiva de la función de estos mercados.
De una actividad considerada
como prioritaria y única forma de aprovisionamiento de las ciudades, se pasa a
una visión de tipo ‘complementaria’, tanto en lo que hace al aprovisionamiento
urbano, como a sus relaciones con el comercio moderno.
Como resultado, se observa
hoy, en numerosos casos, mercados mayoristas que han realizado un fuerte
proceso de reconversión de sus actividades. El business model emergente es rentable, mantiene un volumen de
operaciones comercialmente significativo y creciente en el seno de los
mercados, y responde a una demanda con la cual se encuentra en concordancia.
Aoarece una nueva forma de
relación con el comercio moderno. Se pasa de un espíritu de confrontación, a
una visión de complementariedad. Se busca responder a las necesidades de nuevos
operadores, que adquieren creciente importancia. Se trata en particular de las
cadenas especializadas en frutas y verduras, los restaurantes comerciales, la
restauración institucional y el catering.
Asimismo, se procura
mantener un vinculo fuerte con el comercio ‘tradicional’, fundamentalmente de
frutas y hortalizas, que ha demostrado tener una capacidad de respuesta
importante frente al comercio moderno. Esto gracias a un apoyo significativo de
una parte importante de los consumidores, que en forma alternativa, se pueden
aprovisionar en uno u otro tipo de canal comercial.
El comercio tradicional, que
padeció una acelerada tendencia decreciente durante los años noventa se
estabiliza luego de la crisis de 2001 gracias a la incorporación de nuevos modelos
de organización, cadenas de fruterías
especializadas y de algunos segmentos étnicos, representando aún hoy, una parte
significativa de las operaciones.
De un mercado mayorista
organizado principalmente para responder a un comercio tradicional de
proximidad, se pasa así a otro mercado donde existen diferentes tipos de
clientes: el comercio tradicional, el comercio de ferias móviles, la
restauración comercial e institucional, las centrales de compra del comercio
moderno, los mayoristas de otros mercados y el mercado de exportación, sin contar
además otros tipos de clientes, como el comercio organizado por minorías
étnicas, o de clientes puntuales tales como aquellos que se concentran en
productos cercanos a la fecha limite de venta.
Se puede así afirmar que, en
algunos mercados mayoristas en todo el mundo, la etapa de ‘resistencia’ frente
a los cambios de mercado impulsados por el comercio moderno está cerrada. Hoy
se avanza hacia una estrategia más cooperativa, especializada en diferentes
tipos de clientes.
5.- Los mercados de tercera
generación
Tal
como propusiera oportunamente Bernard Piton presidente de los operadores
mayoristas frutihortícolas franceses, se trata de pasar de una acción defensiva
a una ofensiva: jugar un rol motor en la reconstrucción del consumo, aspirando a
liderar y apropiarse de aquellos valores intangibles que las frutas y
hortalizas representan con potencia particular (gusto, salud, placer,
genuinidad, cultura, etc.)
Para
ello resulta necesario:
·
Decodificar las tendencias del mercado
consumidor y mediante la gestión y control de itinerarios de calidad de
productos, satisfacerlo.
·
Acuerdos equilibrados con los
productores sobre bases contractuales o protocolares.
·
Desarrollar habilidad - producto,
identificando lo “bueno” con una estrategia de cadena hacia la producción
(flujo arriba)
·
Establecer una disciplina coherente de
una parte de la actividad que permita el surgimiento de líderes y que implique
buenas prácticas factibles de ser puestas en operación concreta.
·
Eludir los productos “malos”
Asimismo
la estrategia posibilita:
·
Identificar y promover los aspectos
comportamentales del consumidor que correspondan a la segmentación estratégica
productiva más pertinente.
·
Ofrecer productos “maduros a punto”
dado que la operación de proximidad permite preservarlos y establecer una
ventaja estratégica frente a la competencia.
·
Establecer una marca identificatoria
con un protocolo controlado.
·
Aumentar la variedad de oferta sobre
la base de especies y orígenes.
En síntesis desmenuzar el mercado,
segmentar la demanda y multiplicar la oferta específica.
Este movimiento estratégico supera la
discusión acerca de la supervivencia del comercio, ya que implica una actitud
de creación de valor individual en un proceso de crecimiento colectivo y se
inscribe en una lógica de cadena de valor.
La
evolución reciente muestra la progresiva construcción de un nuevo business model, en el seno de mercados
de ‘Tercera generación’, que una vez superados los problemas de localización y
equipamiento moderno, así como la etapa de crisis que generó el comercio
moderno, comienzan a dar respuestas crecientemente orientadas a la demanda.
El
perfil de estos mercados de ‘Tercera generación’, se caracteriza por:
·
buscar respuestas a la escala local,
desarrollando estrategias cooperativas,
·
integrar en forma progresiva y
flexible las evoluciones del transporte : multimodalidad, frío, flujo continuo,
·
ser capaces de responder a los
desafíos técnicos y comerciales que exigen la aplicación de sistemas de
trazabilidad, así como el potencial comercial del desarrollo de Internet,
·
integrar en forma permanente la
preocupación medioambiental y en particular el tratamiento de desechos,
·
acompañar los esfuerzos de
segmentación comercial de parte de los operadores, que buscan adecuar sus
actividades a diferentes tipos de demanda.
En
síntesis enfrentar la complejidad de la gestión resolviendo al mismo tiempo la
necesaria flexibilidad operativa e inmobiliaria con las exigencias de inversión
y reglamentación, procurando respuestas cada vez más cooperativas para
consolidar la posición competitiva de los operadores frente a los cambios en el
contexto.
8.1.- Una cadena de valor
pendiente
Como en
otros temas, la Argentina presenta en este aspecto algunas situaciones de
paradoja.
·
Habiendo sido pionera en la materia
cuando concibió al Mercado Central hacia los lejanos 60´s, hoy no tiene
políticas al respecto.
·
Reconociendo la centralidad que
desarrollo local, pymes y empleo poseen para salir de la crisis, sin embargo carecemos
de una aplicación concreta e inteligente en este terreno específico (la
multifuncionalidad frutihortícola)
·
Sabiendo que promover el consumo de
F&H es fundamental para prevenir enfermedades no transmisibles (resolución
OMS – Ginebra 2004), hemos concentrado esfuerzos en exportar mientras se reduce
progresivamente el consumo interno que tuviera los mayores niveles
internacionales hace tan sólo 2 o 3 décadas atrás.
·
La gran distribución ha reducido su discurso al tema de las ofertas,
el Estado al aspecto inocuidad y la producción al mercado externo; mientras
tanto el consumidor espera ávido (tal como en el resto del mundo) que le
comuniquemos nuestra pertinencia para ofrecer salud, placer, equilibrio
ambiental, información, conocimiento, cultura.
El
comercio mayorista de tercera generación resulta de la creación de utilidad de
consumo, motor de la innovación técnica y organizativa al interior de los
canales de distribución.
·
Esta se logra por mejoras en la
calidad de productos y servicios, que evolucionan respondiendo a las
necesidades del consumidor.
·
La calidad no se teoriza sino que se
verifica mercadológicamente.
·
La calidad no se construye por omisión
sino por acción.
9.- Un mercado de tercera
generación en La Pomona
Se
trata de pasar de la acción defensiva a una ofensiva: jugar un rol motor en la
reconstrucción del consumo, liderando la apropiación de aquellos valores
intangibles que las frutas y hortalizas representan con potencia particular
(gusto, salud, placer, genuinidad, cultura, etc.)
Contamos
con un predio específico para ello y un grupo de productores dispuestos
La
Coop. de Horticultores Gral. San Martín, se constituyó en 1950 con el objeto de
establecer un mercado en Morón, destinado a reducir operaciones logísticas
innecesarias para una producción que se alejaba de la ciudad hacia Marcos Paz,
Gral. Rodriguez y Cañuelas, mientras que crecía en cambio el consumo del
conurbano oeste (Ramos, Morón, Hurlingham, San Justo, Merlo, etc)
El
proyecto no prosperó por múltiples causas, pero tuvo la virtud de conservar un
predio que hoy adquiere absoluta centralidad para el proyecto que nos convoca.
La
ubicación de Córdoba y Arenales justo donde la Av. Irigoyen desemboca en Camino
de Cintura, constituye la más excelente oportunidad para la reconstrucción de
un rol protagónico en el abastecimiento frutihortícola del conurbano oeste, que
alguna vez tuvieron los mercados Morón y Ricci, luego transferido al Mercado 3
de Febrero y a partir de 1984 al Mercado Central de Bs. As.
Necesitamos
recuperar el predio, hoy usurpado y desarrollar en el mismo un espacio
logístico y comercial, dedicado al suministro alimentario de la comunidad de
Morón, Haedo y Castelar Sur, así como un canal comercial para la producción de
los horticultores de Pontevedra, González Catán, Mariano Acosta, y Marcos Paz.
Superficie
cubierta aproximada: 2500 m2
Superficie
total del terreno aproximada: 10.000 m2
Espacio
para 50 puestos mayoristas
Productividad
anual potencial 25.000 ton. – alcanzan para el consumo de 250.000 personas
9.1.- Proyectos
complementarios
·
Unidad de formación de idóneos
fruveros (educación no formal)
·
Unidad de formación de idóneos
horticultores (educación no formal)
·
Unidad de huerta urbana e hidroponía
(cultivo sin suelo)
·
Albergue para pasantes rurales y del
interior (con capacidad para 10 jóvenes capacitandos)
·
Taller artístico vinculado (artes
plásticas y visuales)
·
Unidad de capacitación en cocina
saludable
·
Feria minorista y comunitaria
·
Capacidad para eventos y festejos (los
fines de semana)
9.2.-
Presupuesto preliminar
·
Para obras civiles 500.000 $
·
Para fortalecimiento
institucional 200.000 $
·
Para formación y capacitación 200.000 $
·
Para animación y protocolo 100.000 $
10.- Minuta final
El
proyecto permite reconstruir:
·
La proximidad de vínculo con el consumo local al que se responde mediante
la gestión de itinerarios de calidad - producto.
·
Un circuito corto para los productores
locales que hoy no encuentran canales adecuados a su escala y potencialidad.
·
Una disciplina coherente que
reconstruye liderazgos y conlleva buenas prácticas para la operación concreta.
·
Eludir los productos “truchos”
·
Acompañar los esfuerzos de
segmentación respondiendo a nuevos paradigmas de consumo (estacionalidad,
proximidad, frescura, sabor, comercio justo, empleo digno, etc.)
·
Ofrecer productos “maduros a punto”
estableciendo una ventaja estratégica frente a la competencia.
·
Establecer una marca identificatoria.
·
Aumentar la variedad de oferta sobre
la base de especies y orígenes.
·
Responder a desafíos técnicos y comerciales que exigen la
trazabilidad, y explorar el potencial comercial del desarrollo de Internet.
·
Integrar la preocupación
medioambiental y en particular el tratamiento de desechos,
·
Promover actividades de formación y
capacitación a los agentes del mercado. Creación de la primera escuela de
“Idóneos fruveros” del área metropolitana
·
Promover un sistema de buenas
prácticas comerciales
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