El “comunitarismo” de los Saropalqueños Por Rivero Sierra.



Saropalca poblado en el Valle  de Toropalca  en Bolivia
Departamento: Potosí  
Provincia: Nor Chichas  
Municipio: Cotagaita 
Este artículo se propone aportar al conocimiento de un caso específico:el de las comunidades saropalqueños del cantón de Toropalca en Potosí, Bolivia, cuyos miembros han migrado a la zona norte del Periurbano de  Bs As.


En Saropalca “el clima benigno y los cursos de agua del valle propiciaron el cultivo de maíz, papa, hortalizas, legumbres y algunos frutales como duraznos, uvas, etc. La cría de ganado se restringe casi exclusivamente al caprino y aves de corral. La escasa tierra cultivable, sumada a la excesiva parcelación de los minifundios por el sistema de herencias, generó en la zona la imposibilidad de una producción que excediera el autoconsumo. Otra de las actividades económicas de importancia está vinculada a la producción minera. En efecto, a lo largo del valle se encuentran diferentes emprendimientos mineros de distinta envergadura: desde minas familiares hasta empresas de mediana escala. Sin embargo, con la finalización de la época dorada de la minería en Bolivia y, en los últimos tiempos, con la caída de los precios internacionales de los minerales, la mayoría de los pequeños emprendimientos familiares cerraron su producción y tan sólo operan algunos emprendimientos mineros de mediana escala. En la actualidad, como consecuencia de las características económicas señaladas más arriba, los poblados del Valle de Toropalca se ven afectados por fuertes procesos emigratorios hacia distintos destinos nacionales e internacionales, Argentina en particular. Aunque se tiene constancia de que estos procesos emigratorios, con estas características, son de larga data -desde al menos fines de la década de 1980-, se ha observado un incremento notable en el volumen de los mismos. Dos características resultan fundamentales para comprender la modalidad de la movilidad espacial de los pobladores de estas comunidades hacia la Argentina. La primera de ellas está relacionada con la existencia de una larga tradición de movilidad espacial5; la segunda, con los estrechos lazos que se tejieron entre los miembros de las distintas comunidades pertenecientes al cantón. es necesario señalar que si bien la acción de desplazarse se presenta como un elemento unificador, cabe remarcar que existieron razones y modalidades específicas y distintivas en el modo de hacerlo en cada momento histórico.
El compaisanaje1  en Toropalca                           
El segundo de los factores cuyo análisis puede contribuir a comprender la modalidad en que se desarrollaron los movimientos con Argentina y en Lules, está relacionado con el modo en que se tejen los vínculos de compaisanaje6entre los saropalqueños  en la Argentina.

Esta relación de compaisanaje que se establece a través de lazos identitarios que se construyen sobre la base de relaciones comunitarias indígenas -ayllus-(Rivero Sierra, 2009).
Un ayllu​ o ayllo​ (en quechua: ayllu) es una forma de comunidad familiar extensa originaria de la región andina con una descendencia común –real o supuesta– que trabaja en forma colectiva (véase ayni) en un territorio de propiedad común. El ayllu era una agrupación de familias que se consideraba descendiente de determinado Todavía muchos en las comunidades se reconocen como miembros de las mismas y se organizan al “uso comunitario”8
Los eventos festivos están conformados, por una parte, por una decena y media de efemérides anuales de distinta naturaleza, algunas con estructuras rituales y ceremoniales particulares, como la investidura de las autoridades originarias, Pachamama, etc. Sin embargo, con sus diferencias, compartían el hecho de que participaban de ellas la gran mayoría de las treinta y seis comunidades del Ayllu mayor de Toropalca. Por otra parte, también se llevaban a cabo otras prácticas culturales, de menor envergadura, en el contexto de la siembra o la cosecha, donde el trabajo mismo se compartía de modo comunitario.
Tanto unas, como otras actividades festivas muestran una nutrida interacción comunitaria entre los miembros de todas las comunidades del Cantón de Toropalca ya sea hacia el interior de cada comunidad, como entre las mismas comunidades.

Finalmente, es la práctica del fútbol la que permite comprender y condensar las consecuencias prácticas que tuvieron estas formas fluidas de interacción que afianzaron los lazos de compaisanaje entre los saropalqueños.
El fútbol en Bolivia constituye una práctica ampliamente difundida. La práctica de este deporte no sólo es muy frecuente en Bolivia, y despierta un singular interés y entusiasmo. Esta práctica forma parte de la cotidianeidad y acompaña las distintas fechas festivas, religiosas y no religiosas y cuentan con gran afluencia de público. Según la importancia del evento, se invita a participar a  comunidades vecinas y en esa ocasión se organizan campeonatos “relámpagos” de fútbol.

Los equipos de fútbol se organizan sobre un criterio general que es “ser del mismo lugar”. Este criterio pone de manifiesto el hecho de que los jugadores, no sólo se conocen entre los de un mismo equipo, sino que también conocen a los otros jugadores de los “otros lugares”. Este conocimiento recíproco manifiesto, esta vez en la práctica del fútbol, es lo que permite entender los fuertes lazos de relaciones de compaisaje entre los miembros de distintas comunidades Bolivianas  en la Argentina.

La modalidad general fue la de los “pioneros”, un grupo de reducido de miembros de la comunidad, probaba suerte en distintos lugares y cuando “funcionaba” hacía llamar al resto, primero para formar cuadrillas de trabajo ( peones)y, con el tiempo, conformar el grupo que trabajaría “de medieros” y luego pasaban a “patrones” ( R. Benencia Escalera Bolivana)

Los  pioneros han recorrido por un lapso de tiempo extenso, distintas regiones argentinas y con ellos han construido un “mapeo” laboral y de oportunidad.

En líneas generales, el punto de inflexión se puede marcar durante la década de 1980 cuando los saropalqueños  comienzan a modificar los modos de producción, particularmente en el ámbito de la horticultura sobre todo especializándose en el cultivo de frutilla. El sistema de trabajo de “mediero” permite un relativo control de la tierra, pero especialmente significa la independización de los ingresos fijos por pago de jornales o por tanto, haciendo que los ingresos graviten alrededor de la fuerza de trabajo.
se ha estudiado profusamente, el sistema de mediería en el caso de los bolivianos permite una movilidad ascendente, especialmente en los pioneros , aunque también en varios de los que los secundaron (Benencia, 1997 y 2013).

Por otra parte, el nivel de los ingresos depende de la fuerza de trabajo que puedan reunir y de las condiciones de contratación. Allí es donde se ponen en funcionamiento las relaciones de compaisanaje. Lo que mayormente hicieron , fue llamar a los parientes saropalqueños , cuando este recurso se agotó, la búsqueda se hizo entre otros de comunidades vecinas a cuyos miembros conocían bastante bien.

Por otra parte, cuanto más ceñido es el sentimiento de pertenencia a la comunidad ayllu, menor permeabilidad hay para que entren “foráneos” a los proyectos de expansión colectiva. Tal es el caso de los Saropalqueños en Morón. Saropalca tiene la extrema particularidad de que se trata de un caso donde la casi totalidad de sus pobladores se asentaron para vender en un mismo lugar y armaron el Mercado SAROPALCA de Morón (prov. de Buenos Aires), y donde el “trabajo en común –o comunitario- según las costumbres” es de suma importancia. Que el mercado concentrador tenga por nombre “Saropalca” es sólo una muestra de la fuerza de este “comunitarismo”. Es muy probable que esto obedezca a que mantengan en el tiempo una noción de pertenencia a una “comunidad originaria” organizada todavía según “sus costumbres”, donde se nombran y ponen en funciones a Curacas, Jilacatas y postillones13. En la actualidad, las autoridades originarias son designadas según el sistema de "muyu" o "turnos", sistema por el cual se nombran las autoridades a partir de un padrón de modo tal que los que ocupan los cargos van rotando para tomar a su cargo las obligaciones en la propia comunidad de Saropalca2.


La organización de los campeonatos de fútbol de la colectividad se lleva adelante según un reglamento interno que, aunque sufrió algunas modificaciones, mantiene básicamente los mismos principios: los jugadores deben ser nacidos en Bolivia o descendientes de éstos, los equipos se conforman mediante un “delegado” -que es quien lo conforma-por lugar de origen y se paga una inscripción por cada jugador. Estos lineamientos básicos, así demarcados, muestran la intencionalidad de los organizadores de llevar a cabo una práctica donde el componente identitario es sumamente relevante, al punto que inhabilita de participar del evento a quienes no cumplan la primera condición: ser originarios de Bolivia o descendientes de los mismos. Una segunda restricción, la de la conformación de los equipos por “lugar”, da cuenta de la importancia que tiene la de ajustar el campeonato a la “tradición boliviana” ya que, en este sentido, sigue idénticos patrones.



La importancia y vigencia de las relaciones de compaisanaje entre los toropalqueños de Norchichas radicados en la Argentina también ha podidoser observada alrededor de la práctica del fútbol.

1 El compaisanaje es un tipo de relación establecida entre miembros de distintas comunidades geográficamente próximas que tiene como característica el conocimiento recíproco entre los miembros de las comunidades de referencia.  origen común

Sánchez Pereira (2005: 29) reflexiona acerca de las consecuencias de este sistema, especialmente en aquellos lugares afectados por procesos emigratorios: "La pérdida de sentido y misticidad en el ejercicio de la autoridad es entre otras cosas producto de las rupturas en la ascensión del ejercicio de autoridad. En los ayllus existe la práctica de que una vez que el individuo adquiere la madurez mediante el reconocimiento social producto de su matrimonio y su afiliación oficial a los padrones del ayllu, deba ir asumiendo una serie de cargos menores en la estructura jerárquica de autoridades que se tiene, de ahí que para llegar a ser Kuraka o Cacique el individuo ha debido haber pasado una serie de cargos menores que le permitirán adquirir madurez y experiencia en el ejercicio del rol de autoridad originaria. El sometimiento a estructuras político administrativas junto a los procesos migratorios de la mayoría de los varones producto de la situación socioeconómica del país ha hecho que esta práctica se vaya debilitando en el tiempo, de ahí que por necesidad, pues no existe gente que asuma, muchas personas deban ejercer el cargo de autoridad mayor sin haber vivido dicho proceso de madurez".  

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